Adelia Thorton


Fecha de nacimiento: 270 AL (28 años)
Sexo: Mujer
Altura: 170 cm
Peso: 50 kg
Pelo: Negro
Ojos: Verde oscuro

Personalidad:
  • Motivación: Miedo
  • Virtud: Casta 
  • Vicios: Medrosa (Temerosa, pusilánime)

Historia

Nacida en tiempos de paz en el seno de una rama secundaria de la familia Thorton (hija de Talbert Thorton, hermano del anterior señor de la casa, y de su esposa, Rosey Wagstaff), Adelia pasó la infancia feliz y sin preocupaciones o carencias propia de cualquier damita de noble cuna. Durante los primeros años de su vida residió con sus padres en la fortaleza de la familia, compartiendo juegos y ratos de ocio con sus primos Rodrik, Erryk y Stefford.

Pasaron los años, y comenzaron a agitarse los vientos de rebelión debido al caótico y cruel reinado del rey Aerys el Loco. Los Thorton sabían que su deber era apoyar a la casa Baratheon, lo cual llevó al padre de Adelia a buscarle un compromiso con uno de los hijos de una casa menor cercana y situada en un lugar estratégico: buscaban su alianza en caso de que el inminente conflicto provocase escaramuzas en la zona. Así, a los catorce años Adelia contrajo matrimonio y abandonó la fortaleza de la familia para ir a vivir al castillo de su esposo.
El conflicto que había augurado su padre no se hizo esperar: al poco tiempo estalló la guerra y buena parte de los soldados de la familia partieron para unir sus estandartes al venado coronado de Robert Baratheon. Un pelotón de las fuerzas de Aerys más grande de lo que habían esperado alcanzó por sorpresa el castillo del esposo de Adelia, y tras un corto asedio, los soldados del entonces aún rey irrumpieron en sus salas y mataron a todo el que encontraron, vociferando acusaciones de alta traición. Adelia logró escapar a la matanza al conseguir encontrar un escondite entre el caos y el terror, pero presenció buena parte de los asesinatos y muertes con sus propios ojos. Los hombres de su padre llegaron demasiado tarde, y la encontraron sola en un castillo lleno de cadáveres, temblando como una hoja, pálida como un fantasma e incapaz de pronunciar palabra.

Ya de vuelta en Rasgacielos, su estado no parecía mejorar a pesar de los esfuerzos de su madre y del maestre. La joven Adelia había entrado en un profundo estado de shock: apenas comía y se había recluido en sí misma hasta tal punto que apenas reaccionaba si recibía visitas; aunque le dirigieran la palabra, no parecía oír nada. Tan solo reaccionó cuando llegó un cuervo con el mensaje de que también su señor esposo había muerto en una batalla en el Tridente: el ataque de ansiedad del que fue presa la afectó hasta tal punto que terminó desmayándose. Después de esto su familia decidió que lo mejor sería enviarla con las septas, creyendo que el ambiente tranquilo y contemplativo la ayudaría a recuperarse.

No se equivocaron: la época en el septrio sanó al menos superficialmente las heridas de Adelia, y aunque la mera mención de un episodio sangriento era capaz de hacerla temblar como una hoja, volvió a ser en gran parte la que había sido antes de lo ocurrido. Las septas y la exposición a la fe de los Siete produjo en ella un efecto tan reparador que terminó decidiendo realizar los votos, y así perdió su apellido y se convirtió en una novicia más. Durante los años que pasó en el septrio como devota de los Siete, Adelia cultivó su cultura y conocimiento de la lengua común, además de sus conocimientos en medicina al dedicarse al cuidado de los heridos y enfermos que allí llegaban.

Mientras tanto, en la casa de su familia, su primo Erryk se había convertido en el señor al morir el tío de Adelia y su primogénito, su primo Rodrik. La esposa de Erryk, Selyse Hightower, buscaba un septón o una septa que se ocupase del sept del castillo y de la educación de sus hijos, para irritación de su esposo, que de puertas para adentro defendía su antiguo linaje proveniente de los Primeros Hombres y expresaba sin ningún tipo de disimulo su desconfianza por los devotos de los Siete. La solución lógica fue hacer llamar a Adelia, que además de septa era su prima, en la que él confiaba. Para ella también fue una buena noticia, pues, aunque recibía visitas de sus parientes de cuando en cuando, añoraba Rasgacielos, la fortaleza en la que se había criado.

Adelia reside de nuevo con los Thorton desde hace ya unos ocho o nueve años, con lo que se ha ocupado desde entonces del cuidado del sept de la fortaleza y de la educación de los hijos de su primo Erryk, además de ser una gran ayuda para el maestre Lawrence al poder ocuparse ella también de los heridos y enfermos. Aunque es obstinada y puede llegar a ser muy estricta, su compostura propia de una dama de alta sociedad, actitud devota y general buen talante hace que no tenga enemigos entre los habitantes de la fortaleza. Sin embargo, los horrores de los que fue testigo y el miedo que sintió cuando no era más que una adolescente de catorce años recién casada la atormentan hasta el presente: aquellos sucesos aún aparecen en sus pesadillas, y la sola idea de volver a presenciar un derramamiento de sangre similar en una batalla la incapacita y paraliza de terror.

Ficha

Agilidad 3
Conocimiento 3 (Educación 1B)
Curación 3 (Diagnosticar 1B, Tratar Dolencia 1B, Tratar Herida 1B)
Estatus 4
Idioma 4
Ingenio 3 
Percepción 4 (Empatía 1B)
Persuasión 5 (Convencer 2B)
Trato animal 3
Voluntad 4 (Dedicación 1B)

Intriga: Defensa 11, Compostura 12+1
Combate: Defensa 9, Salud 6

Cualidades: Favorecida por la nobleza, Compañero fiel, Obstianada, Pía, Sentido del deber, Miedo a la violencia extrema y la sangre.

Puntos de destino: 3

Daga: 2D, Daño 1
Lanza de torneo: 5D (1B), Daño 6

Armadura: Atuendo de devoto
Protección: 0
Penalización: 0


0 comentarios: